Llevaba bastante tiempo utilizando las toallitas desmaquillantes, no por nada en específico, sino porque me parecían más cómodas y prácticas a la hora de desmaquillar, pero he de deciros que en varios cursos de maquillaje que he realizado (uno online y otro que hice en una perfumería sobre cosmética) nos enseñaron que lo correcto no es utilizarlas habitualmente, ya que no limpian en profundidad. Es mejor utilizarlas en ocasiones puntuales, sobre todo cuando tengamos menos tiempo, como cuando estamos de viaje o si un día llegamos cansadas por la noche y ese día no nos apetece desmaquillarnos en profundidad...
De hecho para obtener los mismos resultados que con una leche limpiadora y un tónico son necesarias de 3 a 4 toallitas, ya que no penetran en la piel, más bien arrastran el maquillaje y acaban dejando restos de producto.
Las principales funciones de la leche desmaquillante son:
- penetra en la piel retirando todo el maquillaje y limpiando los poros
- da una sensación de limpieza profunda en el rostro y
- aporta una hidratación adicional.
En cambio la función del tónico es astringente ya que cierra el poro, refresca y elimina el exceso de grasa.
He de deciros que existen al igual que las cremas distintos tipos de desmaquillantes, para pieles secas, mixtas, grasas, sensibles... por lo que hay que buscar uno adecuado a nuestro tipo de piel.
Además os aconsejo, al igual que lo hicieron conmigo, utilizar otro producto diferente para desmaquillar los ojos, ya que esta zona es mucho más sensible y fácilmente irritable, sin contar con que en determinadas ocasiones necesitamos deshacernos de productos más resistentes como son los waterproof.
Después de haberme informado sobre este tema decidí cambiar las "toallitas" por estos productos más específicos y tratar un poco mejor mi piel, ya que a la larga lo agradeceré.
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